Luna de otoño
Reina en esta noche
bajo un manto de estrellas
una inmensa luna llena.
Alguna nube despistada
pugna por robar su trono,
pero al instante
sigue su camino
empujada
por la suave brisa nocturna.
Absorto,
contemplando su hermosura
recuerdo el último beso,
el último te quiero.
La distancia y el tiempo
se me hacen eternos
y pienso que está perdida
la lucha contra ambos.
Bajo la mirada
entre dientes reniego
por su eterno encadenamiento.
Maldigo con rabia
la prisión de la corporeidad
y lanzo un grito desgarrado.
Esperando lo imposible,
invoco a Selene*
alzando mis ojos hacia Ella.
Entonces te veo danzar,
bañada por su luz,
al ritmo de una etérea melodía.
Se rompen los eslabones
de las cadenas del tiempo
los grilletes del espacio.
La luna señora de mi noche
y cómplice de la tuya
nos permite estar cerca.
*Selene era una antigua diosa lunar
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