Luna de otoño
Reina en esta noche bajo un manto de estrellas una inmensa luna llena. Alguna nube despistada pugna por robar su trono, pero al instante sigue su camino empujada por la suave brisa nocturna. Absorto, contemplando su hermosura recuerdo el último beso, el último te quiero. La distancia y el tiempo se me hacen eternos y pienso que está perdida la lucha contra ambos. Bajo la mirada entre dientes reniego por su eterno encadenamiento. Maldigo con rabia la prisión de la corporeidad y lanzo un grito desgarrado. Esperando lo imposible, invoco a Selene* alzando mis ojos hacia Ella. Entonces te veo danzar, bañada por su luz, al ritmo de una etérea melodía. Se rompen los eslabones de las cadenas del tiempo los grilletes del espacio. La luna señora de mi noche y cómplice de la tuya nos permite estar cerca. *Selene era una antigua dios...