Certezas ...
Me asomo, con calculada indiferencia, al ángulo incierto de la realidad que me rodea. Concentro mi atención sobre los inabarcables muros de las pretendidas verdades absolutas. Observo que una minúscula grieta deja al descubierto algo que sospechaba. La certeza se cuela como el mortal proyectil de un experto francotirador alojándose con precisión en las profundidades del alma, sacudiéndola con violencia. La conmoción provoca la caída de algunas ilusiones que con irritante parsimonia y un rumor sordo se precipitan hacia la nada, adquiriendo en su descenso un tono grisáceo y enfermizo. El vacío frío e inicuo toma posiciones estratégicas. La cruel soledad del espíritu crece, encaminando todas las esperanzas al borde del oscuro abismo de la tristeza. Los latidos del corazón, agitados al confirmar la sospecha, se tornan lentos, como si deseasen no continuar enviando, con sus necesarios movimientos, más vida para la vida. Trato, sin conseguirlo, de desv...